Exámenes, antes y después II

Hoy podría hablar quejarme de lo mucho que me falta para las "vacaciones" (ya habrá algún cálculo que me impida llamarlas así) pero como dejar el doblete de los exámenes a medias está un poco feo pues me toca terminarlo.

Lo bueno de las notas es que tengas el número que tengas siempre te toca algo: o el gordo o el reintegro. En mi caso suelo tener que rellenar la hoja de apuestas al menos un par de convocatorias para que me toque el cinco raspado. Lo normal es que me acerque al tablón y me vuelva como llegue pero con una convocatoria menos. No pasa nada, intento ser extrapunitivo así que induzco que las desgracias siempre nos tocan a los más atractivos. Algunas veces si me he acercado al cinco me acojo a que regateando bien en la revisión todavía puedo sacar algo en claro.

El día de la revisión bajo al aula de turno. Al parecer los criterios estéticos de la asignatura no son muy exigentes y somos muchos los guapos con los que prodigar suspensos. Como la cosa va para largo empiezo a pensar en la estrategia del tira y afloja: en qué ejercicio puedo pedir alguna décima tonta, a qué profesor le he ido a tutorías y ahora puedo explotar el compadreo. Finalmente me doy cuenta que es fácil que no permitan subir nada en los ejercicios si no hay motivos reales y sobre todo, no nos engañemos, de que yo por tutorías casi ni aparezco. Así que me queda el dar pena. Negocio con los que me rodean:

-Oye si alguien esta cerca del cinco no podemos entrar a la vez o les va a dar la impresión de que están aprobando a demasiados. Mejor dejamos entre uno y otro un par de turnos.

Bien bien todo está planeado: con quienes entro, que diré, que necesito para aprobar justito. Pero nada, tierra quemada: por tal desarrollo si no se llega a resultado no dan nada; como además llevaba la HP ni una décima por haber puesto las fórmulas necesarias. Al final y con todos los recursos agotados me resigno. Hay asignaturas con las que desde luego me duele la cara de ser tan guapo.

6 comentarios:

angeluxi dijo...

Jajajaja, veo que dominas EL CONCEPTO (extrapunitivo). ¿Ves?, te lo dije, la HP no da más que problemas...la calculadora de toda la vida, la calculadora de todoa la via... Pero, una cosa ¿cómo saben que llevas la otra? ¿hay alguien que no la lleve?

Anónimo dijo...

Si tu te crees guapo, que soy yo que penque con un 5.5?(lo se, una puta desgraciada,jeje).
1 besito
Tu taquilla salmantina

Coyote dijo...

Maestra extrapunitiva, yo solo llevo la HP, la casio está como último recurso y si no me dejan llevar otra cosa. Si es cierto que hay gente que va con las dos pero por friki que parezca lo normal es llevar un par de HP, pero eso es solo cuando llevas tanto tiempo en la carrera que te ha dado tiempo a que se comercialicen un par de modelos.
Taquilla ;) no lo creo, lo sé. Por cierto pinzar con un 5,5 es duro, muy duro; me has metido el miedo en el cuerpo, como el personal de caminos lo oiga lo hacen fijo y ahí es cuando no vuelvo a aprobar nada.

Anónimo dijo...

Lo de dar pena en la revision es el invento del siglo. Y claro, ahi en Galicia no funciona, pero en Madrid tengo mi tactica infalible: exagerar el acento gallego! no se porqué produce una pena enorme, en plan: "aaaaaay, pobre paletiño, vamos a ayudarle para que salga de su vida entra vacas...". En fin...

El caso es que vengo a reivindicar la autonimia e independica de la palabra aquelar y derivados!! A tu favor tienes que la gente de nuestra edad no la usa, es cierto, pero los señores mayores que hablan en gallego si! mis abuelos y gente de su edad, todos los dias, al menos por la zona de vigo.

Bueno, me voy a aquelar jeje :p

Coyote dijo...

Claro, claro, los acentos sirven para eso. Yo aquí exploto el acento cacereño, que no tengo mucho, pero hay ocasiones en que hay que forzarlo.
Tres años aquí y sigo sin manejarme en "a lingua" y lo intento conste, que tengo incluso algún libro de texto, pero nada aprendo muy despacio. Me refiero al normativo, que como nos pongamos con las excepciones de cada zona me pierdo en seguida; aunque tras la entrada de angeluxi empiezo a entender el aquelar.
Un saludo Percomo "e que aquelades todos moito e ben"

Anónimo dijo...

Mira tú que entonces ya entendí por qué a mi me pinzaban sin parar, es por de la belleza exterior! Sí es que ya sabía yo q todo no podía ser bueno:) pero tu tranqui que con el tiempo uno se acostumbra a ir a las revisiones y cuando apruebas de golpe hasta lo hechas de menos y sientes así como un vacío... además la de gente que se conoce en las colas de una revisión, y como todos estamos jodidos, somos vulnerables y hasta es más fácil ligar jeje, así q venga, a suspender e ir a las revisiones q es parte de la vida.
1 beso